REPÚBLICA
BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO
DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR
UNIVERSIDAD
PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO
DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
EXTENSIÓN
- ACARIGUA
CIENCIAS NATURALES EN PREESCOLAR
PARTICIPANTE:
Pérez Mayra
C.I.
Nº V- 16.751.317
PROFESORA: Michel Sánchez
El
ser humano es gregario por naturaleza, es decir requiere de la interacción con
otros para subsistir, en la medida que intercambia información, experiencia y
se forman conocimientos, siendo útiles y necesarios los uno para los otros. En
tal sentido, las personas son el reflejo de la educación que reciben de grupo
familiar, comunitario y social. En este orden de ideas, la escuela es el
segundo gran centro social de aprendizaje después del hogar, pero el primero en
el cual se establecen normas sociales, principios y valores que se superan los lazos
consanguíneos y se apunta por el desarrollo integral del ser humano en
cualquier parte del país, en otras palabras se orienta por cumplir las
políticas centrales de ciudadanía que establecen la Constitución Nacional y las
leyes, producto de un resultado político, social, geográfico e histórico. No
obstante, las limitaciones de un docente comienzan desde su propio seno
familiar, donde como madre debe afrontar
el hecho de su formadora pero dejar de atender a sus propios hijos debido a su
propia carrera educativa y universitaria, a sus responsabilidades comunitarias y
obligaciones laborales que influyen, naturalmente en su rol como madre. Por
otra parte, las organizaciones comunitarias y familiares actuales dado al
proceso económico tan galimático de estos días, se centra en conseguir lo
fundamental para vivir, comida, artículos de primera necesidad, bienes y
servicios que conllevan a que derechos humanos tan relevantes como la educación
pueden en un segundo plano. En vista de lo anterior expuesto, es necesario
evaluar las experiencias educativas de los últimos años, tratando de dejar a un
lado las tendencias ideológicas y valorando con mayor ahínco, la realidad socio
históricas y nuestras necesidades como pueblo dentro de una gran estructura
tecnológica mundial. Un mundo que está asignado
por la ciencia, las comunicaciones y por la cultura del consumo. Desde
esta óptica será posible resolver los problemas familiares, comunitarios y
sociales a partir de la humanización, de todas las personas, aunque esta última
posición resulte, incluso paradójica. El sujeto cognoscente debe recibir un
trato basado en valores éticos y morales, debe existir la planificación
familiar efectiva, entre la escuela, el hogar y las comunidades. Así mismo, es
necesario rescatar el valor de la moral, el trabajo, la recreación, la
formación para la paz, dentro de contexto llenos de euforia colectiva y
conflictividad dos premisas que se
percibían como pilares: aprender a pensar y convivir, la situación actual
conlleva a que el docente y la madre se encuentre muy ocupada, incluso se le
dificulta la comunicación con sus hijos, por ellos es necesario revisar los
horarios académicos, las interacciones de los padres con los hijos, la
formación axiológica los mecanismos eficientes para educar e integrar
verdaderamente a la familia, escuela y comunidad. Todo debe realizarse con base
en el respeto, el dialogo y el consenso. Es fundamental superar las barreras
del egoísmo, los egos, creando un a efectiva red de formación e inserción
social. En esencia se trata de formar por y para la vida, programar las instituciones
colectivas, el esparcimiento, el adecuado uso del tiempo libre, crear la
cultura desde la lectura, del estudio de costumbres y tradiciones, premiar los
resultados de la creatividad y la innovación, empleando inclusive la
tecnología, es decir nada se hace si no existen, cambios en la forma y fondo de
la estructuras pedagógicas implementadas. De allí, debe extraerse lo exitoso,
pero, retirar lo que no ha tenido un impacto positivo en el contexto educativo.
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