martes, 21 de junio de 2016

ENSAYO DE CIENCIAS NATURALES EN PREESCOLAR

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
EXTENSIÓN -  ACARIGUA



CIENCIAS NATURALES EN PREESCOLAR

            PARTICIPANTE:
Pérez Mayra
C.I. Nº V- 16.751.317
PROFESORA: Michel Sánchez


El ser humano es gregario por naturaleza, es decir requiere de la interacción con otros para subsistir, en la medida que intercambia información, experiencia y se forman conocimientos, siendo útiles y necesarios los uno para los otros. En tal sentido, las personas son el reflejo de la educación que reciben de grupo familiar, comunitario y social. En este orden de ideas, la escuela es el segundo gran centro social de aprendizaje después del hogar, pero el primero en el cual se establecen normas sociales, principios y valores que se superan los lazos consanguíneos y se apunta por el desarrollo integral del ser humano en cualquier parte del país, en otras palabras se orienta por cumplir las políticas centrales de ciudadanía que establecen la Constitución Nacional y las leyes, producto de un resultado político, social, geográfico e histórico. No obstante, las limitaciones de un docente comienzan desde su propio seno familiar, donde como  madre debe afrontar el hecho de su formadora pero dejar de atender a sus propios hijos debido a su propia carrera educativa y universitaria, a sus responsabilidades comunitarias y obligaciones laborales que influyen, naturalmente en su rol como madre. Por otra parte, las organizaciones comunitarias y familiares actuales dado al proceso económico tan galimático de estos días, se centra en conseguir lo fundamental para vivir, comida, artículos de primera necesidad, bienes y servicios que conllevan a que derechos humanos tan relevantes como la educación pueden en un segundo plano. En vista de lo anterior expuesto, es necesario evaluar las experiencias educativas de los últimos años, tratando de dejar a un lado las tendencias ideológicas y valorando con mayor ahínco, la realidad socio históricas y nuestras necesidades como pueblo dentro de una gran estructura tecnológica mundial. Un mundo que está asignado  por la ciencia, las comunicaciones y por la cultura del consumo. Desde esta óptica será posible resolver los problemas familiares, comunitarios y sociales a partir de la humanización, de todas las personas, aunque esta última posición resulte, incluso paradójica. El sujeto cognoscente debe recibir un trato basado en valores éticos y morales, debe existir la planificación familiar efectiva, entre la escuela, el hogar y las comunidades. Así mismo, es necesario rescatar el valor de la moral, el trabajo, la recreación, la formación para la paz, dentro de contexto llenos de euforia colectiva y conflictividad dos premisas que  se percibían como pilares: aprender a pensar y convivir, la situación actual conlleva a que el docente y la madre se encuentre muy ocupada, incluso se le dificulta la comunicación con sus hijos, por ellos es necesario revisar los horarios académicos, las interacciones de los padres con los hijos, la formación axiológica los mecanismos eficientes para educar e integrar verdaderamente a la familia, escuela y comunidad. Todo debe realizarse con base en el respeto, el dialogo y el consenso. Es fundamental superar las barreras del egoísmo, los egos, creando un a efectiva red de formación e inserción social. En esencia se trata de formar por y para la vida, programar las instituciones colectivas, el esparcimiento, el adecuado uso del tiempo libre, crear la cultura desde la lectura, del estudio de costumbres y tradiciones, premiar los resultados de la creatividad y la innovación, empleando inclusive la tecnología, es decir nada se hace si no existen, cambios en la forma y fondo de la estructuras pedagógicas implementadas. De allí, debe extraerse lo exitoso, pero, retirar lo que no ha tenido un impacto positivo en el contexto educativo.

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